El día que creé mi propio perfume




Siempre me han encantado los perfumes y desde hace mucho hago el ejercicio mental de intentar averiguar las notas de cada fragancia que pruebo antes de leer sobre ella. Sin embargo hace algunas semanas participé en algo que me ha hecho cambiar completamente mi visión acerca de este mundo: se trata de la creación de mi propio perfume gracias a una invitación de Molinard, un momento que se ha convertido en una de las mejores experiencias que me ha brindado el blog.


Aunque en principio lo visualicé como algo no muy complejo, cuando te sientas en una mesa ante decenas de frascos con ingredientes en solitario, empiezas a dimensionar el verdadero trabajo de un perfumista. No se trata simplemente de crear un aroma agradable, sino de conjugar cada nota, gota a gota, para construir una historia que se refleja en nuestro cerebro (¿o nuestro corazón?), a través de un olor.




Aunque generalmente cada uno de nosotros sabemos qué tipo de fragancia nos identifica, tener cada nota por separado hace que te cuestiones si esa es la realidad. Enfrentarte al verdadero aroma de un ingrediente desnudo implica poner a toda máquina toda tu capacidad olfativa para tratar de averiguar si la combinación que pretendes hacer puede funcionar.

Si estáis pensando que basta con copiar la pirámide olfativa de cualquier otro, os equivocáis. No solo estarías plagiando (¿y qué sentido tendría este maravilloso ejercicio?)... sino que tendrías que conocer las cantidades exacntas y seguro que algún que otro secreto de la casa creadora.

En mi caso supe desde el principio que quería crear una fragancia floral en torno al jazmín. Que sería empolvada pero no demasiado... una salida fresca, un corazón envolvente y un fondo que perdurase.




Debo reconocer que el trabajo es mucho más difícil de lo que pensaba. A pesar de construirlo poco a poco, hay un momento en el que ya no piensas con claridad y necesitas parar un poco. Crear un perfume es una obra de artesanía que requiere mucho tiempo, mucha concentración y muchísima sensibilidad.

Tengo que ser sincera y contaros el resultado de mi creación: no fue tan maravilloso como esperaba. Conseguí lo segundo, (corazón envolvente, incluso demasiado), y lo último porque su estela dura absolutamente todo el día. Sin embargo no es equilibrado, predomina demasiado el jazmín y en un ambiente cálido puede resultar un poco 'pesado'.

Aunque mi pequeña obra de arte se parece más a un boceto de los que pintaba en infantil, cuando aún no sabía ni coger bien las ceras, guardo este pequeño frasco con mucho cariño: es el primer perfume que creo y el que ha logrado que me acerce, aunque sea un poco más, al verdadero espíritu del mundo de la perfumería.


La mejor parte de la historia viene ahora: esta experiencia está abierta al público en el atelier de la marca. Claro, tendríais que desplazaros hasta Grasse para visitar La Bastide Molinard, pero si os gusta todo lo que rodea al mundo de las fragancias de autor y queréis vivir una experiencia incomparable, os aseguro que merece muchísimo la pena.

Por supuesto no puedo terminar el post sin tres cosas: una, agradecer a Isolée por esta maravillosa invitación, a Molinard por todo el conocimiento que compartieron con todas las personas que asistimos a este taller y por último, invitaros a que probéis Bel Air, su último lanzamiento (que os mencioné en los 10 perfumes que deberíais conocer esta primavera).

¿Alguna vez habéis intentado crear vuestro propio perfume? ¿A qué olería?

¡Que tengáis un día estupendo y gracias por leerme!

¿TE HA GUSTADO ESTE POST? ¡COMPÁRTELO!

5 comentarios

  1. ¡Qué experiencia tan fantástica!
    Un besito.

    ResponderEliminar
  2. Totalmente cierto, debe ser una experiencia alucinante.
    Bss!!!

    ResponderEliminar
  3. Si tiene que ser una experiencia diferente. bsts

    ResponderEliminar
  4. Pues con lo rara que soy para los olores, un perfume no sería lo que crearía ya que por el simple hecho de ser un perfume, ya es más intenso y por regla general pierde frescura así que optaría por algo fresco y cítrico ¡aunque no dure! excepto Lou Lou que es ¡mi perfume! por más que han venido detrás desde que apareció ninguno, absolutamente ninguno ha conseguido gustarme y mucho menos permanecer conmigo como lo hace este perfume.

    Besos

    ResponderEliminar
  5. Pues también me gustaría a mi. jejeje..
    Bonita experiencia
    besitos

    ResponderEliminar

Tu opinión es vital para la construcción de este blog, ¡gracias!