Sé que el título es presuntuoso y seguramente al escribir este post me esté metiendo en un berenjenal. Sin embargo, creo que en este momento es importante poner sobre la mesa toda la información que tenemos disponible sobre las mascarillas, uno de los temas más importantes en este momento, para que sepamos cuales, cómo y cuando usarlas. Así que he escrito este post con toda la información que he podido recopilar y he contado con la inestimable ayuda de Gemma del Caño, una boticaria que trabaja en I+D+i y Seguridad Alimentaria, experta en este tema y a quien agradezco enormemente su colaboración.
¿Qué tipo de mascarillas hay y cuál debería usar?
Actualmente hay tres tipos de mascarillas y su uso depende de nuestras necesidades en el día a día:
- Higiénicas: dentro de esta clase están las mascarillas que están vendiendo actualmente las grandes superficies, los supermercados y las cuqui-lavables que se pueden conseguir en internet y que incluyen unos filtros extraíbles diseñados para proteger al usuario del polvo, del pólen y de partículas grandes. Están recomendadas para la población en general, teniendo en cuenta que protege a los demás de las gotículas que podemos desprender al hablar o al toser.
- Quirúrgicas: aunque parezcan iguales que las higiénicas de supermercado, estas tienen tienen un nivel de protección mayor porque tienen más capas en su composición. También están recomendadas para toda la población, ya que protegen a los demás de nuestras gotículas.
- EPI: las ya famosas mascarillas FFP1, FFP2 y FFP3 son consideradas equipos de protección individual porque en su mayoría protegen tanto a quien las lleva como a quienes le rodean. En este grupo, sin embargo, se encuentra una excepción, y son las que poseen válvula, ya que por ahí se pueden colar las gotículas que desprendemos y contagiar a los demás. Están recomendadas para el personal sanitario, personas que por su trabajo no pueda respetar la distancia de seguridad o para personas que convivan con infectados de Covid-19.
¿Cómo puedo saber si mi mascarilla es "buena"?
Este es, sin duda, uno de los temas más polémicos actualmente y os lo digo sinceramente: creo que tendría que hacer un máster para saber con certeza si una mascarilla, al menos, tiene el etiquetado correcto. No quiero profundizar en un tema tan técnico que del que por supuesto apenas tengo conocimiento, pero es importante saber que las mascarillas quirúrgicas deben cumplir con los siguientes requisitos:
- Debe tener el marcado CE o en su defecto el número de autorización de la Sociedad Española del Medicamento.
- Debe tener el nombre del fabricante.
- Debe aclarar qué tipo de mascarilla es (tanto las quirúrgicas como las FFP tienen diferentes grados de filtración).
- Que cumplen una norma de calidad llamada UNE EN 14683
Por su parte, las mascarillas EPI deben cumplir con los siguientes requisitos:
- Debe tener el marcado CE
- Debe tener los 4 dígitos del Organismo Notificado
- Se debe comprobar en la página web del Ministerio de Sanidad (es algo que debería hacer quien vende las mascarillas, pero si queremos estar seguros, debemos hacerlo nosotros.
- Debe indicar qué tipo de mascarilla es (FFP1, FFP2 o FFP3) o KN95. Si tu mascarilla pone que es FFP 2 y KN95 es comparable a que una botella de vino ponga que tiene denominación de origen Ribera del Duero y Rioja (a la vez).
- El nombre del fabricante
Si quieres ampliar esta información, te recomiendo que escuches este podcast de Gemma en el programa 'Gente Despierta de RTVE.
Hay que tener en cuenta que este tipo de mascarillas son más susceptibles de falsificaciones, así que es aquí en donde se pueden encontrar la mayoría de irregularidades. En este momento es tal el caos, que desafortunadamente es muy fácil encontrase con mascarillas mal etiquetadas, sin certificados (o con certificados falsos, en muchos casos), así que encontrar una que cumpla con toda la reglamentación es casi una lotería. Aunque deberíamos comprarlas siempre en la farmacia, esto tampoco es una garantía de calidad así que ante este panorama, tengamos en cuenta dos cosas: cualquier mascarilla (bien usada), es mejor que nada, y en cualquier caso, debemos respetar SIEMPRE la distancia de seguridad.
¿Las mascarillas se pueden desinfectar?
Salvo las mascarillas de tela que se deben lavar a una temperatura mayor a 60°, y los EPIS que indiquen que son reutilizables (tienen una estructura de plástico al que se le añaden filtros homologados), las mascarillas son desechables: es decir, al cumplir su tiempo estipulado de uso, se deben tirar. Actualmente ningún procedimiento de desinfección casero (como meterlas en el horno durante 30 minutos o plancharlas con vapor), está recomendado por ningún fabricante u organismo sanitario, ya que al hacerlo las mascarillas se suelen deformar y no se ajustan bien a la forma de la cara, además de que no hay evidencia de que el poder de filtrado permanece inalterado.
Una de las preguntas que todos nos hacemos actualmente es si al usarlas durante una hora al día se pueden seguir utilizando hasta completar su vida útil (4 horas para cualquiera de ellas, siendo imprescindible cambiarlas si se humedecen o si se ensucian). Yo lo consulté con mi médica de cabecera y su recomendación fue que en caso de no poder utilizar una nueva cada día, las pulverice en la parte exterior un par de veces (nunca más que eso), con alcohol al 96%, las deje airear un rato y luego las guarde en un sobre (con tu nombre, en caso de que convivas con más personas). Repito, no es lo ideal, pero puede ser una medida excepcional teniendo en cuenta la economía familiar de muchos hogares en la actualidad.
¿Cómo utilizar las mascarillas correctamente?
A la hora de usar mascarillas (independientemente del tipo que usemos), es importante grabarnos a fuego que este es el escudo con el que protegemos a la sociedad (por eso soy partidaria de que todos deberíamos llevarlas siempre que estemos en sitos públicos), así que del buen uso que hagamos de ellas depende su éxito como medida de freno ante el contagio:
- Lavarnos las manos muy bien antes y después de ponerlas
- Cogerlas siempre de las gomas y no tocar nunca las superficies (ni la interna ni la externa)
- A la hora de ponerlas, es imprescindible ajustarlas perfectamente a la forma de la cara, cubriendo desde la parte alta de la nariz hasta la barbilla.
- Si tienes que quitarla por algún motivo, debes lavarte las manos siempre antes y después de ponerla.
- Nunca te la pongas de diadema o de bufanda: es preferible quitarlas a ponerlas en otras zonas del cuerpo.
- Lleva un estuche o una bolsa de cierre hermético en el bolso para guardarla cuando te la tengas que quitar para comer, siempre lavándote las manos antes y después y teniendo cuidado al manipularla.
- En caso de tener que reutilizar una mascarilla, no debe cumplir más de 4 horas de uso (siempre y cuando se encuentre en perfecto estado y no tengamos síntomas de contagio).
- La piel puede irritarse con el uso de mascarillas, así que es importante preparar la piel antes de ponerla y tratarla después de retirarla. En este post os cuento cómo lo hago yo.
Os confieso que nunca me imaginé investigar tanto sobre este tema, pero creo que es vital que dominemos lo básico para evitar disgustos y de paso para prepararnos de cara a la larga temporada en la que vamos a tener que usarlas.
¿Usáis mascarilla siempre que salís a la calle? ¿Consideráis que las usáis 'bien'?
¡Un abrazo y gracias por leerme!
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Muy completa la entrada. Yo lo paso fatal que con el embarazo gemelar me cuesta más respirar "por completo" y dónde vivo hay unas cuestas horribles...entre unas cosas y otras me ahogo :( bsts
ResponderEliminarYo las reutilizo varias veces, ya que no hay para usar una diaria. En el trabajo las FFP2 las usaba durante 5 días, y las quirúrgicas durante dos días, desinfectandola con alcohol tanto unas como otras. Y ya no es por economía, sino por escasez.
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