Waterpik, un antes y un después en la limpieza de tus dientes




Este es el tipo de aparato que puede que pase un poco desapercibido, pero una vez lo usas, no sabes cómo has podido vivir sin él. Os hablo del irrigador bucal Waterpik, un gadget que complementa el cepillado y va mucho más allá de un simple 'reemplazo' del hilo dental... todo un inventazo para quienes buscamos lucir una sonrisa perfecta.

Su sistema de funcionamiento es muy sencillo: Posee un mango, un depósito y una boquilla: a través de ella dirigimos el agua, que sale a presión hacia las encías y los espacios interdentales para hacer una limpieza profunda, pero en casa.




Podemos encontrar varios modelos de Waterpik que podemos elegir según nuestras necesidades y gustos (hay unos colores ideales que podéis ver en su página web). Aquí os enseño dos de ellos: uno con el depósito separado, un mango más pequeño y eléctrico para utilizar en casa. El otro es inalámbrico y solo se compone de una pieza porque tiene el depósito de agua incorporado en el mango ya que es de viaje. Se diferencian en el diseño, pero no en la presión con la que sale el agua.




Una cosa que me ha llamado mucho la atención es que hay distintos tipos de boquillas:

  • Ortodóntica: para uso general y personas que lleven ortodoncia
  • Pik Pocket: para bolsas periodontales (es el espacio entre la encía y el diente que se profundiza a medida que se acumulan las bacterias debajo de la encía), o bifurcaciones de la raíz.
  • Plaque Seequer: ideal para implantes, coronas, puentes retenedores y uso general.
  • Clásica: es la de uso general y la que utilizo yo
  • Cepillo de dientes
  • Limpiador lingual: recomendado para mejorar el aliento.


Mi experiencia con Waterpik

Debo confesar que al principio no veía mucha más utilidad que retirar los restos de comida de los dientes. Sin embargo el resultado, aún después de llevar un tiempo usándolo, me sigue dejando sin palabras: no solo hace eso, sino que elimina la placa bacteriana (una especie de biofilm gelatinoso que se pega a la superficie de los dientes que causa múltiples enfermedades)... estos se quedan tan limpios, que al final te acostumbras a que queden inmaculados y te resulta extraño no utilizarlo.

Utilizarlo es fácil: basta con llenar el depósito, ya sea con agua tibia o mezclándola con un poco de enjuague bucal. Posteriormente te inclinas un poco para que el agua entre en la boca y caiga sobre el lavabo, empezando por las muelas y siguiendo la línea de las encías hacia los dientes anteriores. El irrigador expulsa un chorro pulsátil y debo decir que la sensación me resulta bastante agradable.

En mi caso, me está facilitando mucho la limpieza porque tengo un retenedor fijo en la parte de atrás de algunos dientes, así que no puedo utilizar el hilo normal. Creo que este aparato me habría evitado muchos dolores de cabeza (y de dientes), cuando llevaba la ortodoncia, y estoy segura de que me va a evitar muchas visitas al odontólogo.

Sinceramente lo recomiendo a todo el mundo porque es una inversión en salud. No exagero si os digo que es uno de los mejores gadgets de limpieza que he usado y no solo lo digo por su calidad (es un producto de Dentaid, así que tiene detrás muchísima investigación)... de verdad, ya no me veo sin él en mi rutina de cuidados diaria. Si tenéis ortodoncia, retenedores, implantes o encías delicadas (incluso con periodontitis), definitivamente lo necesitáis.

Supongo que a más de un@ os ha picado la curiosidad, así que si es vuestro caso, os dejo dos opciones: un cupón de descuento de 10 euros, o ¡¡una sorpresa en mi cuenta de Instagram!!



¿Habéis usado alguna vez un irrigador bucal?. ¿Os gustaría probarlo?

¡Espero que hayáis disfrutado mucho el día y que la última semana del 2017 sea fantástica!

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