Hace algunos días la Organización Mundial de la salud nos sorprendía con la publicación de un informe en el cual declaraba
la carne roja y los embutidos como potenciales carcinógenos para los humanos. Obviamente las reacciones no se hicieron esperar y hemos tenido toda una semana de artículos y declaraciones de todo tipo: desde quienes defienden la adopción de una dieta vegetariana hasta quienes plantean que se ha comido carne toda la vida y que el aumento en las estadísticas de enfermos de cáncer han aumentado por cuestiones externas (por ejemplo, por el empeoramiento de las condiciones medioambientales).
Al leer sobre el tema
me surgieron varias preguntas y para resolverlas acudí a Leticia Carrera, directora técnica del centro de
Felicidad Carrera, quien es licenciada en Farmacia y especialista en Bioquímica y Nutrición. Dado el impacto de la noticia, he decidido compartirlas en el blog porque puede ayudarnos a aclarar varias cosas.